La auditoria de las cuentas anuales consiste en la revisión y verificación de las cuentas anuales de la entidad (Balance, Cuenta de Pérdidas y Ganancias, el Estado de Cambios en el Patrimonio Neto, la Memoria, y en su caso el Estado de Flujos de Efectivo), y que tiene por objeto la emisión de un Informe (de auditoría) sobre la fiabilidad de estos documentos.

La auditoría puede ser obligatoria, por cumplir con los requisitos establecidos en la normativa vigente (superar los límites de activo, personal o cifra de negocios), o voluntaria. En caso de ser obligatoria, el Informe de Auditoría acompañará a las cuentas anuales para su depósito en el Registro correspondiente (Mercantil, de Cooperativas...), pudiendo tener acceso al mismo cualquier tercero interesado.

En el proceso de auditoría, no solo se revisan los aspectos formales y el cumplimiento de los aspectos significativos sobre la imagen fiel del patrimonio, la situación financiera, el resultado de sus operaciones y de sus flujos de efectivo, sino que se analiza también el proceso de control interno de la entidad, y en su caso, las posibles debilidades del mismo.

Todo sistema de control interno debe garantizar el cumplimiento de los siguientes objetivos:

• Que la información suministrada por la empresa, tanto interna como aquella destinada a uso externo, sea integra y fiable.


• La custodia y salvaguarda de todos los bienes de activo.


• Garantizar o asegurar el respeto a las políticas, planes y procedimientos operativos aprobados por la dirección de la empresa.

Es por ello, y en especial en estos tiempos, por lo que la Auditoría se convierte en una herramienta que facilita la transparencia en la presentación de la Información financiera de la entidad y de la que se pueden beneficiarse todos los usuarios de las cuentas anuales, entre otros socios, entidades financieras, clientes, acreedores, Administraciones Públicas,...